Patentes por las que me juego el cuello

Si usted ahora mismo me pudiera ver, vería que llevo una camisa con un cuello… especial, de hecho es la única que conozco con un cuello patentado; bueno, espere, que mientras hablo me voy a hacer una foto (click) y ahora mismo la cuelgo en este blog y así el que quiera puede verlo. Y, sí, tal como se temía el avezado oyente/internauta, hoy voy a hablar de patentes.

Las patentes son la protección de un buen diseño. Recientemente leía que las cápsulas de esta cafetera doméstica que anuncia George Clooney, sí las cápsulas de variados colores que producen el café, tienen más de mil patentes… y aún así son copiadas; imagínese, una cosa de apariencia tan sencilla la cantidad de protección que necesita.

Y el caso este de la camisa que llevo se lo puedo explicar porque me resulta bastante familiar. Es un cuello parecido al cuello mao, pero más alto y estilizado y ha sido patentado hace nada, apenas unos años, para el mercado común europeo y el norteamericano. Resulta asombroso que hoy en día, todavía se pueda inventar, y patentar un cuello de camisa, ¿verdad? Pero, ¿con qué utilidad, se preguntarán ustedes? Pues, protección legal, reconocimiento de autoría, y… un poderoso argumento de comunicación, algo que los americanos saben aprovechar muy bien, por cierto.

Mientras la patente Europea es formalmente un lacónico documento, la patente norteamericana viene en una carpeta de buen y grueso papel, con golpe seco y tintas doradas (muy yankee, sí, pero muy bien hecho), en cuyo interior está la ficha de la patente, compuesta con la tosca belleza de los documentos oficiales directos, aquellos hechos para que se entiendan bien y al primer vistazo, sin un gesto superfluo y con solidez tipográfica… lo que quiero decir es que formalmente la americana le da una gran importancia simbólica a la patente, porque entiende que se trata de una poderosa herramienta comercial, mientras que en el ámbito europeo parece que se trata de un mero trámite.

El caso es que se puede patentar un cuello de una camisa, o casi cualquier cosa que sea lo suficientemente original y al hacerlo se obtiene no solo protección legal sino bien utilizado un gran rendimiento en Identidad, como resulta bien patente.

OYER CORAZÓN PARA RADIO 5 TODO NOTICIAS

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2 comentarios en “Patentes por las que me juego el cuello”

  1. No sé hasta qué punto será eficaz la patente. Además, como dice usted, parece un cuello mao, sólo que algo más ancho.

    1. Una patente es eficaz, otra cosa es que sea perfecta. Las grandes marcas tipo Zara tienen unos enormes departamentos de «asuntos legales» donde se pasan el día ganando y perdiendo pleitos por copias; osea que sí es algo a tener en cuenta, y respecto al Cuello Baruc… bueno yo sí creo que es diferente de un cuello Mao (de hecho si no fuera así no se habría podido patentar). Es, por cierto, un buen ejercicio el del Polo Baruc, donde el cuello resulta aún más especial, búscalo en http://www.baruccorazon.com y gracias por el comment!

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