El privilegio de ser diseñador

Entre las charlas que doy regularmente (en lugares serios, aunque también de lo más insólitos), mi actividad docente se desarrolla en varios centros, entre los que se encuentra el Istituto Europeo de Design de Madrid. Esta Carta Abieta a Estudiantes de Diseño responde a una entrevista que me pedían ante mi cambio de rumbo profesional (razón por la que he descuidado este blog últimamente), y ante mi natural incapacidad de responder escuetamente, tal como dictan las leyes que deben ser las entrevistas :-)

“Continuamente me preguntan, y acusan cariñosamente, sobre si ser diseñador es un privilegio, y la respuesta es rotundamente afirmativa. No se trata de hacer lo que nos de la gana, que nuestro gusto esté por encima de los demás ni de la arbitrariedad de decidir por caprichos visuales. Se trata de estar obligados a ser profesionales del saber mirar. Ser diseñador es saber comunicar de una forma eficaz un mensaje complejo. Y, en esto, mi aproximación está en las antípodas del diseñador-artista; así es como yo lo entiendo, aunque en la variedad está el gusto.

Para mí, el privilegio es saber mirar profesionalmente: ver qué problemas de comunicación de un cliente se pueden resolver y cómo. De pequeño tuve la mejor escuela: mi padre -un gran diseñador- y un Estudio de Diseño que formaba parte del salón familiar. Allí, en las horas muertas de la niñez, cuando el aburrimiento te lleva a inventar el entretenimiento (por favor, ¡dejad que los niños se aburran!) deambulaba entre cutters, fotolitos, negativos, diapos, cuentahílos, letrasets, rotrings, tipómetros, repromásters, líquidos de revelados, libros, libros, libros, revistas, letras, letras, letras, tipos, diccionarios, enciclopedias, carteles, nombres de empresas, logotipos, manuales de aplicación, pruebas de impresión, informes de reunión, espeluznantes ilustraciones de Heartfield, estrategias trazadas a lápiz o sobre pizarras, cómics, diagramas de información, pictogramas de aeropuerto, papeles de envolver, sobrecitos de azúcar, cajas de cerillas, paquetes de Ideales (¡aquí hay un concepto!), retazos de El Guernica, tickets de metro extranjeros… Deambulaba y aprendía a mirar. Y, al mirar, veía. De alguna extraña manera, mirar bocetos me hacía ver el propósito de los diseñadores que poblaban mi salón. Conscientemente no me enteraba de nada, era un niño; ahora, al recordarlo, pienso que la Gráfica me iba penetrando más por la piel que por lo ojos. Aprendí a sentir la Gráfica.

Y todo ese universo gráfico que me rodeaba, me fui dando cuenta que estaba allí por un motivo: resolver problemas de comunicación y responder al esquema básico que afronta el diseñador profesional: problema-solución. Emisor, receptor, mensaje y problema-solución. Y esto lo conseguimos a base de formarnos: aprender historia del diseño, leyes de la percepción visual, ver mucho arte, ir a todos los museos que podamos, ¿por qué? Porque es un templo a lo visual y, como tal, lo importante no es tanto qué ver, sino dedicar toda tu atención a ver. Este es uno de los objetivos de vuestro aprendizaje como futuros diseñadores. No resulta fácil, en estos tiempos de multi-task que nos impone el día-a-día, pero la formación que recibís os dará la clara ventaja: innovación, charlas, ejercicios prácticos, exposiciones, eventos, profesores enamorados de su trabajo que os ayudarán a dedicar toda vuestra atención a ser grandes profesionales del saber mirar.

Cuando salgáis ahí fuera, encontraréis un mundo profesional muy exigente. Tened claro que sabéis mirar, sed profesionales y buscad. Cada vez más, los atributos del diseñador (problem-solving capacity, lo denomina Massimo Vignelli) se consiguen en entornos fuera de los propios estudios, ¡estad atentos! Yo mismo, tras más de una década como diseñador, me incorporo a una interesante y atípica agencia de publicidad, Revolution, como Director de Oxigenación. Precisaban a alguien externo a la Publicidad pero del mundo de la Comunicación, y mi tarea es potenciar el pensamiento out-of-the-box, aplicar la creatividad y mi experiencia al sistema clásico de equipos creativos de las agencias. Y lo estoy disfrutando mucho.

Estad atentos, seguid en Twitter a quien creáis que en un futuro puede ser un sitio interesante para trabajar. Y pensad en estudios de diseño, pero también en agencias de publicidad, marcas que os parezcan ejemplares, webs o iniciativas que sorprendan. Desarrollad vuestro potencial como diseñadores, sed elásticos y mirad a vuestro alrededor. Que la gráfica os acompañe”.

Oyer

6 comentarios en “El privilegio de ser diseñador”

    1. Muchas gracias por las palabras de todos, Laurent, Javier, Francesc, Dulas y Ramone (no abandonaré!!)

  1. Muy intresante todo lo que dices, lo mejor para mí es como te dejaste impregar, empapar por la gráfica en el estudio de tu padre, se puede decir que la gráfica la has, además de mamado, papado.

  2. Gran articulo, muy inspirador como siempre, y muy ilustrativo como te «em-papa-ste» de todo lo que te rodeaba. Un placer leerte, no abandones el blog !

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