Señalización 101

A raíz de un reciente interés por la señalización recupero este texto inédito escrito hace tiempo, en el cual a través de trabajos propios ofrezco una «clase básica» sobre señalización. Los proyectos de los que hablo son:

  • Señalización Peatonal y Viaria de Bilbao
  • Señalización de Calvià, Mallorca
  • Señalización del Círculo de Bellas Artes, Madrid
  • Señalización de Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas, Salamanca
  • Señalización de oficinas MAPFRE, España y Latinoamérica
  • Señalización Turística de Caravaca de la Cruz, Murcia

Algunos de estos trabajos han sido cubiertos en otras partes del blog y la información puede estar repetida, pero he considerado útil mantenerlos para comprender la unidad del texto.

Sin más preámbulos: aquí va!!


Señalización 101

En el sistema universitario americano, el “101” es un curso básico o introductorio a una materia mucho más compleja; un argumento que encontramos válido para explicar el propósito de este texto. ¿Está usted frente a una clase teórica sobre señalización?, ¿ante un Manual de Buenas Prácticas?, ¿o quizás un Libro de Estilo? Nada de lo anterior, y un poco de todo.

Nuestro objetivo es que usted, amable lector, se adentre en este apasionante profesión de la Señalización desde una aproximación práctica; para ello, ilustraremos nuestras diferentes tesis con trabajos reales, por que creemos que para enseñar hay que enseñar. Todos los proyectos que mostraremos a partir de ahora han sido realizados por Investigación Gráfica / Alberto Corazón bajo mi Dirección de Proyecto. Tranquilícese, no se trata de un “catálogo” de nuestros trabajos, sino de una selección de ellos, algunos de los más atractivos podríamos decir, que utilizaremos para ilustrar los aspectos teóricos que estemos comentando. Es harto complicado hablar de teoría sin mostrar la práctica; de nuevo enseñar enseñando.

Pero centrémonos en la Señalización y en la Señalética; en primer lugar conviene diferenciar entre ambas. Señalética es la ciencia que estudia los procesos de comunicación entre una serie de soportes de señalización y el público al que están dirigidas; y señalización es la acción y resultado de señalizar.

Se puede decir para simplificarlo un poco, que Señalética es todo el proceso que involucra pensar y analizar en abstracto, y Señalización es el diseño, realización e instalación de las señales físicamente.

Los pasos que debe seguir todo proceso deberían ser:

  1. Análisis de Situación
  2. Evaluación de necesidades
  3. Análisis de Oportunidades y Limitaciones
  4. Diseño del contenido señalético
  5. Diseño del soporte señalético
  6. Realización e instalación de las señales

En este contexto, la Señalética sería el dominio de los tres primeros puntos, y la Señalización de los tres siguientes. Si es usted un lector impaciente, le recomendamos que salte directamente a los puntos “prácticos” que acabamos de enumerar, porque nosotros continuamos con un poco más de teoría.

Las nuevas corrientes en señalética se llaman, por ejemplo, Wayfinding, Enviromental Graphic Navigation, Señalización Accesible, Señalización Universal, y ponen de manifiesto nuevas preocupaciones por:

  • el entorno (Wayfinding design u “orientación de itinerarios” se define como el arte de ayudar a la gente a encontrar su camino. Se apoya en la comunicación verbal, impresa, táctil, la señalización, la arquitectura y el paisajismo. Wayfinding investiga las ciencias cognitivas y sus aspectos más relacionados con la percepción visual, oral y táctil, que son particularmente interesantes dirigidos hacia los aspectos de accesibilidad universal.)
  • la arquitectura (representante de un espectacular renacimiento en este siglo XXI, e insistimos en el uso del adjetivo espectacular – Guggenheim Bilbao es el primer ejemplo que viene a la mente; la arquitectura ha transcendido su componente funcional, para ser un elemento de comunicación de primer orden). En este sentido se empieza a hablar de Environmental Graphic Design como el punto de encuentro de la arquitectura y el diseño gráfico.
  • las discapacidades físicas (la Señalización Accesible, todavía en estado embrionario, es el gran espacio de investigación y aplicación de cara al futuro; en breve veremos cómo crece el interés por esta rama y cómo se empieza a normalizar y requerir su inclusión en todo proyecto de señalización, así como ya existe para el entorno web)
  • la comprensión gráfica (el Diseño Universal, por fin un movimiento que pone de manifiesto la importancia del diseño cotidiano para grupos históricamente ninguneados, y que además nos ofrece la oportunidad como diseñadores de pensar un mundo mejor).

En una sociedad que avanza tan vertiginosamente como la nuestra, conviene repasar los paradigmas a raíz de la aparición de nuevas necesidades. Señalizar ya no puede limitarse a instalar rótulos sino que tiene que partir de nuevos supuestos y de nuevas preguntas: ¿quién usa mi espacio?, ¿dónde quiere ir?, ¿cómo quiero que se sienta? Señalizar ya no es solamente indicar dónde están los aseos, toda señalización condiciona cómo se siente una persona en ese espacio; y ahí surgen oportunidades únicas e insospechadas para crear una buena relación con nuestros usuarios.

Un ejemplo de la vida real: Señalización del Passeig Calvià, Mallorca. Un paseo que se aleja de los marítimos y se convierte en una vía verde rural accesible para bicicletas, patines y sillas de ruedas. El proyecto fue muy completo y apasionante en todos sus aspectos, y uno de ellos (que ni siquiera contaba como una de las primeras actuaciones) sobresalió por derecho propio. La antigua carretera principal que une las poblaciones de Calvià se convertía en una red secundaria de tráfico lento con nuevas rotondas, más de 30 en el proyecto inicial. ¿Qué se podía poner en estas rotondas? Lo habitual es optar entre esculturas o ajardinamientos ante lo que propusimos un sistema que realmente sirviese para algo: numerar las rotondas. Números escultóricos, de gran tamaño, de diferentes colores y tipografías (una de nuestras perversiones favoritas por otro lado), divertidos y sobre todo útiles para dar direcciones (“gira en la rotonda 6 a la derecha, versus, gira en la rotonda del gran pino, sí hombre sí, que tiene tres grandes piedras con forma de algo que parece un dedo pero que en realidad por aquí la llamamos la rotonda del…” seguro que todos hemos vivido situaciones semejantes).

No podemos dejar pasar esta oportunidad para hablar, brevemente, de algo que también introdujimos en el proyecto de Calvià: el pictograma de Accesibilidad Activa. El pictograma tradicional de discapacitado representa a alguien que tiene que ser llevado, de nuevo un viejo paradigma que ha cambiado, felizmente, de forma radical en nuestros tiempos:

Cada encargo es único y diferente y no se puede extraer un número reducido de tipologías de espacios, por lo que resulta imposible dar normas genéricas. Lo que vamos a abarcar en el resto del “curso” (en el que se ha embarcado al haber llegado hasta aquí) es mostrarle en qué aspectos de la Señalización hay que poner especial atención. No queremos normalizar sino aconsejar, y desde luego asumir (y lo hacemos con plena confianza) que es usted una persona sensata, que a su vez conoce cuáles son sus limitaciones (si es usted o no diseñador, por ejemplo) y que por encima de estos consejos empleará su sentido común para resolver los problemas que surgen (y muchos le surgirán) al realizar un proyecto de señalización. Dicen que para ser bueno en una profesión sólo hay que hacer tres cosas: practicar, practicar y practicar. Esto quiere decir que Señalizar es un trabajo serio que requiere de habilidades y conocimientos, la mayoría de los cuales se aprenden (y, desde luego, se aprehenden) con la práctica. No existe nunca “La Solución” (única e inmejorable) sino muchas y muy buenas, y hay que llegar a ellas.

Un encargo de Señalización siempre plantea problemas; lo único bueno de que exista un problema es que siempre existirá una solución, y en diseño suelen existir por lo menos decenas de buenas soluciones para un mismo problema. Mi Maestro, Alberto Corazón describe así el proceso de Diseño: la capacidad de abandonar los caminos [gráficos] que no llevan a ningún sitio. 

  1. Análisis de situación.

Tanto de cara al cliente como para nuestro propio provecho, es importante realizar (y hacerlo en forma de informe) un análisis de situación. Cámara fotográfica, papel y lápiz, metro y planos del espacio suelen bastar como material físico; estar en el propio lugar, o lo más cerca posible si está en construcción, con los ojos bien abiertos y la mente alerta. Lo interesante en este análisis es hacer una relación de todas las oportunidades que tenemos de señalizar, al margen de cuál sea el encargo. Es decir, quizás existe un punto de gran visibilidad del que no se nos habló en el briefing, una oportunidad insospechada por el cliente; nuestro trabajo será señalárselo, y que él decida con toda la información si es una buena idea aprovechar esa oportunidad. Tenga en cuenta que el briefing por parte del cliente puede estar bastante incompleto y/o ser directamente inexistente.

Este análisis ya deja las cosas claras para empezar a trabajar. ¿Hablamos de señalización exterior, interior o ambas?, ¿tiene que ser una señalización única o exportable a otros entornos (franquicias por ejemplo)?, ¿cómo se entra, habrá alguien en la puerta?, ¿existe algún sistema señalético ya existente?, ¿es un buen sistema?, ¿hay conflicto con normativas (señales de tráfico…)? …

Insistimos: hacer una relación exhaustiva de toda oportunidad aprovechable, por escrito y ordenadamente. Si el espacio no existe (porque esté en construcción, por ejemplo) use la imaginación, vaya a ver espacios similares y a espiar los de la competencia.

  1. Evaluación de necesidades.

Reunión con el cliente, donde se realiza un repaso del informe de análisis de situación. Cuando se trata de señalizar un edificio antiguo, por ejemplo, es importante mostrar al cliente el estado actual de la señalización y del propio inmueble, ya que muchas veces el propio cliente, por la rutina de verlo todos los días, no se percata de ello, no lo registra. Este es otro aspecto de nuestro trabajo, queremos que en definitiva el espacio (no solo la señalización) luzca espectacular y emplearemos todos nuestros conocimientos y contactos profesionales (diseñadores de interiores, especialistas en iluminación…) para conseguirlo; debemos asesorar al cliente sobre la conveniencia de contratar especialistas añadidos. Tras esta Evaluación de Necesidades algunos items del Informe se habrán quedado fuera y de otros comprenderemos su importancia tras el intercambio con el cliente (escúchenle que sabe mucho, es su espacio, no lo olviden).

  1. Análisis de oportunidades y limitaciones.

Tras la Evaluación ya podemos componernos un principio de realidad: conocemos el espacio, conocemos al cliente y sus inquietudes, y conocemos el presupuesto que existe para el proyecto (y nuestros honorarios profesionales por el trabajo, desde luego, que siempre tienen que estar aprobados por escrito por el cliente; asumimos que no hace falta explicar este punto). Entramos en: oportunidades versus limitaciones; este es un aspecto difícil de explicar por escrito, por lo que le pediremos máxima atención y que nos permita alguna licencia.

Como por ejemplo, la señalización de los botones del Teléfono Domo, de telefónica; es cierto, hablar de señalización de los botones está claramente traído por los pelos, pero ¿no le acabamos de pedir alguna licencia? El caso es que al diseñar el teléfono nos enfrentamos al problema de identificar los botones; nacían toda una serie de nuevos servicios (la llamada en espera, el desvío de llamada, la agenda, la llamada a tres… parece que hablemos del paleolítico, pero realmente aquel 1998 es hace un siglo) y, sin dudarlo un segundo, quisimos resolverlo con pictogramas, infructuosamente (¿cómo se representa gráficamente una llamada a tres, si el usuario no sabe lo que es una llamada a tres?, ¿cómo hacerlo para que no sea el manual de instrucciones quien explique lo que significa cada pictograma?). Surgió la limitación de no poder resolverlo con pictogramas y, tras darle muchas vueltas, surgió la oportunidad de usar palabras. Y fue un enorme acierto que facilitó el uso del nuevo teléfono. Un buen análisis nos obliga a ponernos en la posición de “no suponer”, en este caso, que “había que” usar pictogramas. Y no es fácil “no suponer”, créanos.

Toda decisión que se tome generará oportunidades y limitaciones. Un ejemplo curioso: el nombre de los espacios. En el Círculo de Bellas Artes de Madrid las salas tienen nombres de grandes personas (Sala Juana Mordó, Sala Picasso, Sala Ramón Gómez de la Serna…) lo cual presenta una limitación: prácticamente nos obligaba a hacer grandes rótulos; pero presenta también una oportunidad: hacerlos además de grandes, espectaculares, y que favorezcan la Identidad del edificio (imagen del proyecto). De hecho, de ésta limitación surgió otra oportunidad interesante: eliminemos los pictogramas, que toda la información sea tipográfica (con una construcción gráfica y sintáctica particular) lo cual genera la sensación de Identidad y coherencia que buscábamos.

Sin embargo en el CITA (Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas para el Medio Rural) tuvimos la oportunidad de decidir cómo nombrar las salas: llamarlas por sus funciones (sala multimedia, sala de idiomas), por personalidades (como en el caso del Círculo de Bellas Artes), con diferentes componentes de ordenador (sala RAM) o (y se convirtió en la opción definitiva) usar letras y números (B1, A23…). Cierto, no parece un gran despliegue de originalidad, pero es que no era ahí donde ser creativos. En un centro como este, con alumnos internacionales, no quisimos proponerles el más mínimo esfuerzo para que lleguen a su clase a su hora.

La oportunidad de ser creativo en ese Centro, por cierto, surgió a través de otro punto importante en nuestro estudio:

Generar pregnancia visual

La Pregnancia según el diccionario es la “cualidad de las formas visuales que captan la atención del observador por la simplicidad, equilibrio o estabilidad de su estructura”. Tal como lo tratamos aquí tiene que ver con las teoría de la percepción visual, apasionantes en todos sus aspectos, pero complejas para tratarlas en este texto. Reduciendo el concepto a su mínimo aceptable, podríamos decir que queremos que el usuario que pase por nuestro espacio lo recuerde, queremos captar su atención. Para ello desarrollamos la señalización de la mejor manera que sabemos, pero ¿podemos hacer más? Hay ocasiones en las que sí, podemos y debemos hacer más: debemos generar pregnancia visual, es decir, que el usuario nos recuerde por algo en particular, por algo que le ha hecho detenerse y sentirse halagado o interesado. Debemos crear empatía con el entorno, darle algo al usuario a cambio de su interés.

Seguimos con el ejemplo del CITA, un insólito edificio de Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández de León situado en Peñaranda de Bracamonte (6.000 habitantes, cerca de Salamanca). La propuesta conceptual fue que la entrada a las Tecnologías Avanzadas de hoy en día fuese a través de la tipografía, una tecnología avanzada del S.XV. Un muro de 40 metros de largo y 6 de alto donde anclamos siete de las tipografías más representativas de la Historia, a 30 cms de alto cada letra, en acero inoxidable. Didáctico, sí, pero también apasionado y llamativo: identidad, pregnancia y empatía. Una prueba de fuego es que los usuarios lo fotografíen; en este caso, por la reacción que vemos en los alumnos, resulta casi irrestible no fotografiar las sombras que proyectan las letras.

En los entornos cada vez más deshumanizados a los que nos aboca la sobre-modernidad actual, cualquiera de nosotros agradece que “alguien ha pensado en mi”. Eso es la empatía por un espacio, explicado de forma nada académica.

Aunque claro, no siempre interesa crear empatía ni pregnancia, piensen por ejemplo en la señalización de las Urgencias de un Hospital; pocas veces encontrarán un entorno donde las limitaciones son más dramáticas, con “usuarios” que entran con dolor, con movilidad reducida, con mucha prisa por ser tratados y casi siempre con ansiedad.

Es en este punto (el de oportunidades versus limitaciones en el que seguimos) donde se toman decisiones estratégicas que afectan a todo el sistema señalético, y es uno de los puntos que más disfrutamos como diseñadores y que requiere de todas, absolutamente todas nuestras neuronas y capacidad para hacer un buen trabajo.

  1. Diseño del contenido señalético.

[Un murmullo recorre las últimas filas de la clase, agucemos el oido… es cierto lo que se comenta, ¡todavía no hemos encendido “el Macintosh”! Atención, que esto es importante: usar el Mac no equivale a diseñar.] El buen diseño (señalético, gráfico, industrial…) se realiza con las neuronas, que son con lo que hay que resolver las dudas: ¿Dónde queremos que resida la Identidad del espacio?, ¿en las señales, en los pictogramas, en los colores….?, ¿qué ventajas presenta usar pictogramas, y qué inconvenientes?, ¿vamos a hacer un catálogo completo de pictogramas?, ¿qué tipografía usar?…

Primero hay que pensar y resolver todas las dudas; después podemos coger el Mac.

La aproximación estándar a este punto aconseja, primero, esclarecer los Elementos Gráficos que usaremos para el contenido señalético que suelen ser: logotipo (y/o símbolo), gama cromática y tipografías. No nos extenderemos en el buen uso cromático o en aspectos de legibilidad de las tipografías; son aspectos importantes y vitales sin duda y si usted se siente inseguro en la materia debe consultar los numerosos estudios sobre la materia. Simplemente no es el espíritu de este curso convertirse en un compendio de datos al respecto. Brevemente enumeraremos los consejos emitidos en el mundo del diseño universal. Y un consejo basado en nuestra propia experiencia: siempre imprimir las letras a tamaño real (en varias hojas si hace falta y en blanco y negro) y contemplarlas a diferentes distancias.

A partir de estos Elementos Gráficos, componga varios ejemplos de cada tipo de señal (direccionales, posicionales, multidirección…); es recomendable cubrir con estos ejemplos la mejor y la peor situación que se pueda dar (la peor situación puede ser un larguísimo nombre de departamento, o un punto donde se entrecruzan muchos itinerarios), y tener en cuenta a qué distancia estarán las señales de los usuarios. Decidida entonces los cuerpos (tamaños) de letra (de nuevo, imprima a tamaño real y observe a distancia). ¿Necesita flechas? Existen amplios catálogos de tipos de flechas, busque la más clara e inequívoca, o la más atractiva. Haga pruebas, póngala a la derecha, en el centro, a la izquierda… póngala en otro color, resáltela o decida lo contrario… resulta imposible explicarle cómo hacer una buena señal, pero pruebe con lo siguiente: ensaye, corrija y vuelva a ensayar, vuelva a corregir y vuelva a ensayar…

Si el encargo al que nos enfrentamos es de dimensión reducida (pocas señales) podremos diseñar nosotros mismos cada señal; si el trabajo es de gran escala, deberemos normalizar la construcción gráfica de cada tipo de señal. El consejo es homogeneizar todo lo posible porque facilitará todo lo resultante; si decide, por ejemplo crear una retícula base de 12 cms de altura, procure usar esa misma unidad (12 cms) para marcar los márgenes, los interlineados, la altura de las flechas… cuanto más homogenize, (siempre que resulte correcto visualmente), tanto más se estará facilitando la tarea.

Por supuesto, estamos hablando de procedimientos estándar; decida antes de nada si le interesa que sea “estándar” o sobre qué aspectos de la señalización le interesa “estandarizar”.

Nuevo ejemplo de nuestra experiencia. En los Manuales de Señalización de Oficinas MAPFRE (mas de 2000 oficinas repartidas por todo el mundo, de tipologías bien diferentes) se ofrece una solución gráfica a toda una serie de problemas que quisimos homogeneizar: desde el rótulo de exterior, hasta la identificación del personal. El resultado es un denso manual diseñado para que (a.) el gerente de cada oficina no tenga que perder tiempo diseñando o mandando diseñar una placa donde aparezcan los horarios de apertura de la oficina (por ejemplo), y para que (b.) esa placa resulte mucho más económica al hacer una producción de 2.000 unidades. En definitiva para esto sirve homogeneizar, además de para ofrecer una imagen coherente de MAPFRE en cualquier punto del planeta. Pero existen edificios que no son estándar, y MAPFRE quiere que se note que son especiales: para ellos diseñamos piezas especiales que, partiendo de los mismos Elementos Básicos, ejemplifican esta diferencia, como son los Pórticos autoiluminados que desarrollamos para la Sede Social de Majadahonda.

  1. Diseño del soporte señalético

A menos que tenga usted nociones de diseño industrial le aconsejamos que no diseñe soportes señaléticos: existen muy buenas soluciones en el mercado tanto para interior como para exterior como para todos los bolsillos. Busque, compare, investigue, pregunte, y piense en todas las cuestiones que tendrán que resolverse con el soporte; sí le aconsejamos que utilice un sólo soporte (o una “familia”) para todo, facilita enormemente los procesos de instalación y mantenimiento.

Volvamos al asunto del mantenimiento que afecta sobre todo a la señalización exterior, ¿ha pensado si habrá que quitar graffittis?, ¿habrá que re-pintar dentro de unos años?, ¿habrá repuesto si los necesita? … El mantenimiento es un factor muy importante que es sistemáticamente ninguneado, y éso es un grave error profesional que no podemos permitirnos. Piense siempre: dentro de diez años, ¿en qué estado estará? Si va a necesitar un equipo de limpieza de graffittis, por ejemplo, es vital que el cliente lo prevea y lo incorpore a sus cálculos porque, una vez más, es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible porque la señalización luzca, ahora y dentro de diez años. Piense en el material sobre el que se reproduzca la gráfica… aluminio? Haga una investigación sobre materiales y sistemas de impresión, le aseguro que es un entorno innovador con continuadas actualizaciones. En este trabajo que desarrollamos en Caravaca de la Cruz utilizamos Trespa, con resultados satisfactorios.

También puede no existir un soporte señalético como tal; volvemos al caso del CITA donde la señalización se resolvió con vinilos de gran formato. Y, por supuesto, podemos diseñar un soporte original, bien porque no existe en el mercado nada que resuelva todos los problemas, o bien porque queremos que la señalización sea especial y/o espectacular. Como ejemplos hablaremos del soporte señalético del trabajo en el Passeig Calvià, el de las rotondas-números, que ya dijimos que fue muy completo. Ante el encargo de señalizar todo el Passeig (una vía verde que une las poblaciones de Calvià, Mallorca) nuestra propuesta fue colocar muchas señales pequeñas (en vez de pocas y grandes). Cada seis metros hay una señal, pequeña y discreta, que informa sobre las oportunidades cercanas, colocada de tal manera que sólo se ve si se la busca. Necesitábamos un soporte que nos permitiese colocar señales tanto perpendiculares como paralelas al Passeig, y (y aquí se planteaba el reto) que sirviese como poste de farola (es decir, que se le pudiese colocar una luminaria encima) con todas las restricciones de seguridad que algo así conlleva. La solución fue un poste de aluminio estrusionado, en forma octogonal y hueco por dentro para alojar el tendido eléctrico. En este caso sí diseñamos nosotros mismos el soporte señalético, precisamente porque no existía nada parecido en el mercado.

No nos extenderemos en este aspecto para volver a la primera consideración: el diseño de soportes señaléticos es un ejercicio en el que hay que dominar unos conocimientos industriales técnicos que no corresponden a esta clase de introducción.

  1. Realización e instalación de las señales

Éste es también un apartado muy técnico para el que le pedimos paciencia; puede parecer aburrido y puede perfectamente serlo. La realización de las señales es competencia, desde luego, del fabricante; tanto si es un producto estándar como si es una fabricación especial para su proyecto, nuestro consejo es que no sea el presupuesto su principal preocupación. Nuevo murmullo de desaprobación en las últimas filas de la clase… lo suavizaremos: no le estamos diciendo que se despreocupe del coste, le decimos que se fije antes en otros factores. La experiencia dice que las soluciones más baratas son las que más problemas dan y, créanos, los problemas en el proceso de realización e instalación son de difícil solución: la Ley de Murphy existe. Contratar a buenos profesionales suele ser más caro que contratar a los malos, y es precisamente porque son malos, ¿dudas al respecto?

Sepa cuándo el encargo sobrepasa su capacidad o sus intereses, y contrate a un especialista. Cuando hicimos la señalización de Bilbao trabajamos conjuntamente con una empresa de ingeniería para resolver las cuestiones relacionadas con la implantación de las señales. Piensen que cualquier actuación en la acera pública requiere visados, más visados y luego muchos más visados; la cantidad de pdfs (documentos de lectura) con emplazamientos exactos, fotografía del lugar, orientación espacial (el sistema que creamos permitía instalar placas en ocho direcciones diferentes), revisiones, revisiones y revisiones, que se generaran en esos casos es sencillamente desbordante; piense si le interesa hacerlo o contratarlo.

Un aspecto atractivo respecto a la instalación de las señales es pensar en su parte trasera. Ocurre en toda la señalización de carreteras que, como las señales sólo dan información por un lado, se “olvida” que toda señal tiene una trasera y que esa trasera se ve tanto como la delantera. Entonces, ¿porqué no aprovechar la trasera? En el caso de Bilbao, específicamente en la señalización para automóviles, reprodujimos en todas las traseras un “pattern” vegetal para así “decorar” ligeramente la ciudad (históricamente gris como fue siempre Bilbao, por cierto).

En casos más domésticos los problemas son de otra índole. Piensen que la señalización suele ser la última pieza a encajar; antes han pasado los arquitectos, los iluminadores, los diseñadores de interiores… y pueden haber “aportado” nuevos obstáculos que no podíamos preveer sobre plano: una fantástica lámpara de araña que obstaculiza la visión justo donde usted había previsto poner una señal; o árboles y demás plantas altas instaladas sin discrección. Paciencia, mano izquierda y mucha cintura. De nuevo nos remitimos a la introducción: donde hay un problema, existe una solución.

Pero nos estamos volviendo cada vez más técnicos y serios casi que agradeceríamos que suene una campana metafórica que diese por terminado este curso. Ciertamente estaba en nuestro espíritu enseñarle y mostrarle los fundamentos de la Señalización a través de casos reales, darle una idea del complejo y apasionante mundo en el que se adentra. Hemos pretendido hacerlo de forma amena e indolora, disculpe nuestra familiaridad si en algún momento (o en muchos) le ha parecido excesiva.

Sí queremos despedirnos dándole un último consejo: atrévase. No le tenga miedo a la Señalización, sino respeto. Si ha llegado hasta este punto de la lectura, casi asumimos que es usted un buen alumno, y como tal confiamos en que hará un buen trabajo. La Señalización es algo complejo, porque abarca diferentes áreas y hay que ser metódico, pero no es algo complicado. Póngase a ello; enfrentar un encargo es la mejor manera de aprender. El movimiento se demuestra andando, es cierto; y justo éste es el punto en que nos pondríamos inútilmente a citar refranes y lugares comunes, cuando, casi milagrosamente, somos salvados por la campana: drinnnnnnnnnnnnng.

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